El palacio de Bellas Artes cumple 89 años.

El palacio de Bellas Artes cumple 88 años.
Este año, en septiembre, el monumento emblema de las artes en México, el Palacio de Bellas Artes, cumplió 88 años. Compartimos algunos datos de su construcción y ornamento, así como a los artistas nacionales e internacionales que han pisado sus escenarios o cuyas obras han tenido cabida en sus salas de conciertos y de exhibición.
La inauguración
Aunque la construcción fue un encargo de Porfirio Díaz, el Palacio de Bellas Artes fue inaugurado el 29 de septiembre de 1934 por el Presidente Abelardo L. Rodríguez.
Los festejos iniciaron en primer lugar con la interpretación del Himno Nacional a cargo de la Orquesta Sinfónica de México con los coros del Conservatorio Nacional.
La Orquesta Sinfónica de México estrenó la obra “Llamadas, sinfonía proletaria”, que para esa ocasión compuso el maestro Carlos Chávez.
Finalmente, la ceremonia concluyó con la representación de la obra “La verdad sospechosa”, de Juan Ruiz de Alarcón, a cargo de la Compañía Dramática del Palacio de Bellas Artes.
Lo adornan mármol, vitrales y esculturas
El Palacio de Bellas Artes fue principalmente construido con mármoles blancos en el exterior, mármoles de colores en el interior, y sus cimientos fueron forjados a base de concreto y acero.
La altura del Palacio de Bellas Artes es de 52 Metros hasta el espiral. El escenario de su sala principal, a la cual le caben 2 mil 257 personas, mide 24 metros de largo.
De sus mármoles de Carrara brota un inmenso frontispicio que fusiona figuras clásicas con antiguos seres prehispánicos: La Armonía, La Música y La Inspiración, del escultor Leonardo Bistolfi, se reúnen con serpientes, coyotes, máscaras y águilas, realizados por Gianetti Fiorenzo.
El trabajo de bronce que corona la cúpula y los espectaculares vitrales emplomados del dios Apolo y las nueve musas, en el plafón, fueron obras del húngaro Géza Maróti.
El telón de cristal
El gran telón de cristal, único en el mundo, que lleva plasmada la imagen de los volcanes nevados Popocatépetl e Iztaccíhuatl, pesa 24 toneladas y fue elaborado por la casa Tiffany de Nueva York, con un millón de piezas de cristal opalescente.
En su interior dominan conceptos artísticos posrevolucionarios, con obras de los muralistas Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros así como José Clemente Orozco.
En el anecdotario del ornamento destaca el hecho de que el mural de Diego Rivera que se encuentra en el tercer piso, “El hombre universal y la máquina”, no es el inicialmente proyectado para estará ahí. De hecho sustituyó a otro que fue destruido por el potentado John D. Rockefeller Jr., quien encargó el mural a Rivera y enfureció porque el artista pintó a Lenin en la obra que había titulado “El hombre en el cruce de caminos” o “El hombre controlador del universo”. La obra fue cubierta y luego destruida.
Su pero lo está hundiendo
Debido a lo pesado del mármol, el Palacio se está hundiendo más rápido que el resto de la Ciudad de México.
Más de un metro y varias escaleras se deben ahora descender para acceder; el fenómeno se debe a la peculiar arcilla (montmorillonita) del terreno sobre el que está asentado y es más notorio en los costados y en la parte posterior del inmueble.
El Palacio de Bellas Artes fue declarado Monumento Artístico en 1987, por la Unesco.
En el escenario de la sala principal se han presentado conciertos, ópera, danza y teatro con artistas internacionales.
Ejemplo de ello son los casos de las sopranos María Callas, Teresa Berganza y Birgit Nilsson; la mezzosoprano Marilyn Horne; los tenores Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y Francisco Araiza; el barítono Juan Pons; el bajo Alexander Kipnis; el director Zubin Mehta; el célebre chelista Mstislav Rostropóvich; el bailarín Rudolf Nuréyev; el guitarrista flamenco Paco de Lucía y la actriz María Tereza Montoya.
Además, artistas populares como Lola Beltrán y Juan Gabriel ofrecieron conciertos en este recinto.
Tomado de: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/02/27/946058
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