Tequesquite: la sal prehispánica

El tequesquite fue un ingrediente común desde antes de la Conquista.

Si visitas los mercados tradicionales del centro de México podrás ver que se vende una especie de piedra de color gris, conocida como tequesquite, un mineral conformado por un 81% de sales.

El tequesquite en el México antiguo

Se dice que cuando se secaban los lagos en temporada de sequías, se formaban costras de sal que los antiguos habitantes llamaban tequixquitl o tequixquitlalli.

Fray San Bernardino de Sahagún dijo que “La tierra salitrosa se llama tequixquitlalli, que quiere decir tierra donde se hace el salitre”.

“En otros parajes húmedos, en lugar de salitre hay tequesquite, nombre mexicano que, en Nueva España se da a cierta especie de salitre que no pone la tierra blanca sino que, dejándola en su natural color, la esponja de la superficie, poniéndola muy floja, es como espuma de la tierra”. Miguel del Barco González, misionero jesuita en Baja California

En el pasado se utilizaba para sazonar los alimentos. También se le usó como detergente, como vinagre y para aliviar problemas estomacales.

Uso actual del tequesquite

Hasta la fecha se utiliza como condimento para alimentos, principalmente para cocer elotes y frijoles, hacer esquites, realizar el nixtamal, preparar tamales y tortillas. También es conocido su uso como levadura.

Fuente: Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana

Tomado de: México desconocido